Desafíos y oportunidades en la financiación del impacto social

Inversión Social

En el ecosistema de la inversión social garantizar la sostenibilidad financiera de los proyectos representa un reto constante. Las organizaciones que operamos en el llamado tercer sector no solo enfrentamos la misión de transformar vidas y generar impacto positivo, sino que además debemos buscar mecanismos que aseguren la continuidad de…

Fecha

3 febrero, 2025
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En el ecosistema de la inversión social garantizar la sostenibilidad financiera de los proyectos representa un reto constante. Las organizaciones que operamos en el llamado tercer sector no solo enfrentamos la misión de transformar vidas y generar impacto positivo, sino que además debemos buscar mecanismos que aseguren la continuidad de las iniciativas. Hoy reflexionamos sobre las estrategias que pueden fortalecer la autonomía financiera; sin embargo, esto no debe hacerse a expensas de nuestro propósito. Aunque es esencial buscar recursos, debemos recordar que el fin último debe ser el impacto social.

Diversificación de fuentes de financiación

Una de las lecciones que deberíamos aprender todos los que hacemos parte del tercer sector, es que depender de una única fuente de ingresos nos hace vulnerables y que solo a través de la diversificación de ingresos, podemos lograr la viabilidad financiera de los proyectos. Lograrlo no es una tarea fácil pero si integramos algunas estrategias, empezamos a abonar el camino. 

  • Fortalecimiento del fundraising local a través de campañas de donación dirigidas a ciudadanos, empresas y filántropos, que nos permite conectar con la comunidad, generando así un sentido de corresponsabilidad. Además, promover microdonaciones recurrentes mediante plataformas digitales, facilita también el apoyo continuo de quienes creen en nuestras causas.
  • Las alianzas con el sector privado también juegan un papel importante. Vincularnos a programas de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) o establecer colaboraciones estratégicas con empresas que compartan nuestros valores, no solo nos aporta recursos, sino que también genera sinergias poderosas para maximizar el impacto. Ofrecer beneficios fiscales o de visibilidad a donantes corporativos puede incentivar la participación activa en el desarrollo social porque es crucial para el bienestar de la comunidad.
  • Generación de ingresos propios  es esencial y por eso hablamos de emprendimientos sociales como una alternativa viable, ya sea a través de unidades productivas que se alineen con la misión social o mediante la oferta de servicios especializados como capacitaciones y consultorías. 
  • Innovación, tecnología y modelos mixtos para ampliar el alcance y crear campañas de sensibilización que movilicen a la ciudadanía. El uso de herramientas digitales y plataformas de crowdfunding como Vaki o Kickstarter han demostrado ser aliados estratégico para financiar proyectos específicos.
  • La creación de fondos patrimoniales que permitan ahorrar un porcentaje de los ingresos actuales y generar rendimientos a futuro como estrategia para la estabilidad financiera a largo plazo.

Al combinar modelos mixtos de ingresos las organizaciones pueden lograr un equilibrio entre autonomía financiera y sostenibilidad. 

Construyendo confianza y demostrando impacto tangible 

Más allá de los recursos, el verdadero motor del crecimiento sostenible es la confianza. Establecer relaciones sólidas con la comunidad, demostrar un impacto tangible y garantizar la transparencia en la gestión de los recursos, son factores clave para atraer aliados estratégicos y consolidar el respaldo necesario. 

Desde ONE seguimos buscando nuevas formas de fortalecer nuestros proyectos, convencidos de que el equilibrio entre sostenibilidad y misión social es fundamental. La pregunta sigue abierta: ¿cómo podemos seguir innovando en los modelos de financiación para garantizar el impacto sostenible?

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