En los últimos años hemos visto cómo las organizaciones privadas han pasado de tener iniciativas basadas únicamente en Responsabilidad Social Corporativa a convertirse en agentes de cambio comprometidos por medio del llamado Valor Compartido, que no es más que la manera inteligente de crear valor económico en concordancia con el valor social.
Muchas empresas se han adaptado y muchas otras han surgido basadas en los retos actuales, creando modelos productivos conscientes exigidos por tendencias de consumo de sus clientes pero influenciados también por una filosofía organizacional intrínseca que a lo largo de su cadena de valor busca alinear los agentes con su meta máxima de impacto ASG.
De primera mano conocimos el modelo de Nestlé y entendimos por qué es considerada ejemplo de este tema en el mundo, pues destina tiempo, recursos financieros y capital estratégico de forma activa para cambiar la realidad social de países menos favorecidos como Colombia.
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Intersectorialidad, porque la unión hace la fuerza
Es realmente con la integración de varios sectores, con una visión conjunta, como logramos resolver problemas sociales apremiantes. La unión de recursos técnicos, financieros, profesionales y de voluntades nos permite abarcar de manera holística los objetivos para la reducción de las desigualdades y de la pobreza.
Nestlé y Unesco encontraron en Impulso Joven una misma temática de impacto y la atendieron ambos, como agentes de cambio, desde diferentes esferas. Una visión compartida, un impacto deseado, dos enfoques estratégicos para lograr un mismo fin.